GILLES DE RAIS
Era un hombre inmensamente rico, culto y deportista; dueño de una inteligencia brillante. Se distinguió luchando contra los ingleses. En 1429 peleo junto a Juana de Arco en Orleans y, mas tarde, en Patoy. A los 24 años recibió el nombramiento de mariscal de Francia (Hecho inaudito en un hombre de su edad).
Después de la muerte de Juana, Gilles comenzó a involucrarse en disturbios, acabo con todos sus millones y "desapareció". Cuando Francia tuvo de nuevo noticias suyas, De Rais era ya un monstruo humano. Raymond Rudorff escribió acerca de el:
Luego de su retiro comenzaron a correr rumores de continuas desapariciones de niños. En 1432, un aprendiz de doce años de edad desapareció para siempre de la aldea de Machecoul. Es preciso decir que Gilles de Sillé (primo del otro Gilles) había pedido permiso a los superiores del niño para enviarlo a un encargo. Otro niño de nueve años, quien se encargaba de los bueyes que pastaban en prados cercanos, también desapareció de la faz de la Tierra, luego de hablar con Sillé. Una viuda que habitaba frente al castillo se lamento de la desaparición de su hijo de ocho años, "un hermoso muchacho de piel blanca, y muy hábil". Dos semanas mas tarde se noto la ausencia de otro niño. Para calmar los alterados ánimos en la aldea de Machecoul, Gilles de Sillé explico a la gente que había raptado a los niños para enviarlos a Inglaterra como parte del rescate que se pedía para conseguir la libertad de su hermano, prisionero de los ingleses, los cuales exigían cierto numero de muchachos para adiestrarlos como pajes.
La verdad es que durante cinco años Gilles cometió crímenes horrendos con esos niños. Al final les esperaba el asesinato y la sodomía. Gilles de Rais también practico la alquimia y la magia, que utilizaba en los asesinatos de cientos de niños. Secuestraba, violaba y despedazaba lo mismo a muchachos que a muchachas; pero sus preferencias sexuales eran con los jóvenes. Después de llevarlos a su castillo, el y sus amigos abusaban de ellos, tras lo cual los mataban y bebían su sangre de la manera más horrible.
Cuando había participado en una de aquellas orgías, Gilles quedaba sumido en una especie de "coma", de la que emergía con renovadas ansias y ferocidad.
Los rumores acerca de las actividades que Gilles y su corte llevaban a cabo en su castillo crecieron a tal punto que la Iglesia empezó a investigarlo. Los hombres de bien se escandalizaron al descubrir que el príncipe guerrero se había transformado en un vampiro que amaba la necrofilia y el sadismo.
Gilles fue arrestado, juzgado y sentenciado a morir. Al principio gritaba desesperado y clamaba ser inocente. Pero luego admitió todos los cargos que se le habían hecho, e incluso relataba el mismo los detalles de sus crímenes, Afirmo ser un cristiano fiel y se dirigió al patíbulo con una aparente paz espiritual.